Las redes sociales son una de las herramientas más importantes, por no decir la más, que podemos utilizar para aumentar nuestra visibilidad y mejorar nuestra interacción con la audiencia. Una de las opciones que nos dan es la de comprar seguidores. Pero, ¿qué ventajas tiene y a qué precio?
La estrategia de las redes sociales
Una red social es, como su nombre indica, un punto de encuentro de personas. Por lo tanto, todo lo que allí mostramos cuenta, ya que el objetivo es que nos miren. Dicho de otro modo, el éxito en las redes sociales se mira por el número de seguidores, el de likes, los shares o el grado de interacción con quienes nos siguen. Es por ello que a la hora de trabajar con influencers, estos son los aspectos que se tienen en cuenta.
Obtener seguidores se convierte entonces en uno de los objetivos de cualquier estrategia de marketing. De cara a nuestro público, un número elevado nos aporta credibilidad y hace a nuestra marca más atractiva frente a la competencia.
Para lograrlo, las propias redes sociales nos ofrecen la oportunidad de crear anuncios de pago que llegan a más audiencia. Y también, empresas de tipo externo nos permiten comprar seguidores para aumentar nuestro atractivo. Aunque a primera vista puede resultar beneficios, lo cierto es que también puede perjudicarnos. A continuación te contamos por qué.
Pros y contras de comprar seguidores
Sin ninguna duda, el beneficio de comprar seguidores es que mejoran nuestra reputación. Además, es especialmente interesante para aquellas marcas que están empezando y necesitan fortalecer su imagen de cara a su público. También, como influencers, puede posicionarnos mejor frente a la competencia. Y aquí terminan los beneficios de comprar seguidores. Vamos a ver ahora su parte negativa.
Reducen nuestro engagement
Como sabemos, no solo se trata de tener seguidores, se trata de que haya interacción. Una persona o marca con varios miles de seguidores pero un centenar de likes nos indica que probablemente haya recurrido a comprar seguidores. Estos, al no estar interesados en tu contenido no participarán, algo que afecta a los algoritmos de Facebook o Instagram, ya que estos se muestran por afinidad. En definitiva, podemos volvernos invisibles para nuestro público objetivo.
Podemos ser penalizados
Dice el dicho que “Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo”, y algo de cierto hay ahí. Además de que nuestros seguidores pueden notar un aumento brusco del número total, existen herramientas que permiten identificar cuántos de ellos son falsos.
Comprar seguidores no solo puede repercutir negativamente en nuestra imagen, sino que con penalizaciones como el Shadow Ban de Instagram, se reduce el alcance de nuestras publicaciones y no seremos notificados. También, es posible que nos cataloguen como spam, dado que una opción al comprar seguidores es la de incluir comentarios con hashtags que elijamos. La repetición de estos es suficiente para que la red social nos catalogue como spam.
Es fácil ser descubiertos
Si somos influencers y una marca quiere trabajar con nosotros, nos van a pedir estadísticas de nuestras publicaciones. Al comprar seguidores, nuestras cifras descienden, y además de perder credibilidad, perdemos las oportunidades de trabajar con esas empresas.
Las propias aplicaciones implementan cada cierto tiempo nuevos métodos para identificar el fraude. Así, de un día para otro podemos perder a nuestros seguidores falsos y al dinero que hemos invertido en ello.